Mientras los maestros saludaban a los ni�os y se preparaban para el d�a, escucharon a Alan, un ni�o de 4 a�os que lloraba en el pasillo. Cada ma�ana, Alan lloraba fuerte y se rehusaba a dejar el micro escolar y entrar a la clase. La Sra. Hannon, la maestra principal, se dio cuenta que se estaba frustrando con Alan y le pidi� que entrara sin preguntarle por qu� lloraba. Durante el tiempo del c�rculo, Alan pateaba la alfombra repetidamente y no prestaba atenci�n al cuento que la Sra. Hannon le�a al grupo. La Sra. Hannon le pidi� a Alan que dejara de patear, pero continu� haci�ndolo en el aire. Ya desesperada, la Sra. Hannon estall� y le dijo a Alan: "Basta de patear, ya fue suficiente. Tendr�s que dejar el c�rculo. Vete hacia all� y si�ntate en la silla. Le voy a contar a tu mam�". Mientras Alan caminaba hacia la "silla para pensar", empez� a llorar. Estaba muy enojado con la Sra. Hannon y s�lo quer�a que alguien lo abrazara en vez de gritarle.�
En lugares de cuidado para ni�os peque�os, cada momento que los maestros interact�an con los ni�os, es una oportunidad para desarrollar relaciones positivas. Los maestros pueden usar una variedad de estrategias para construir relaciones positivas con los ni�os. Las conductas de los maestros, como escuchar a los ni�os, hacer contacto visual con ellos y entablar muchas interacciones de uno-a-uno y cara-a-cara con los ni�os peque�os, promueven relaciones seguras entre maestros y ni�os. El hablar a los ni�os usando voces agradables y calmas y lenguaje simple, y dando una c�lida bienvenida cuando los ni�os llegan con sus padres o en el micro escolar, ayuda a establecer relaciones seguras entre los maestros y los ni�os.�
Al desarrollar relaciones positivas entre maestros y ni�os, es importante recordar que se debe:
Dada esta informaci�n, si visitamos nuevamente nuestra clase infantil hipot�tica, podremos observar el siguiente escenario:
Es importante que los maestros usen estrategias apropiadas al desarrollo y a cada ni�o y que consideren las diferentes necesidades, intereses, estilos y habilidades de los ni�os. Por ejemplo, con beb�s y ni�os peque�itos, los maestros responden a sus llantos u otros signos de estr�s. Los maestros les hacen saber a los ni�os que son importantes para ellos a trav�s del contacto f�sico c�lido y sensible tal como dar palmaditas en la espalda, abrazarlos y ponerlos en el regazo de los adultos. Para los ni�os preescolares, los maestros alientan el respeto mutuo entre ni�os y adultos esperando hasta que los ni�os terminan de hacer las preguntas antes de contestarlas, y alentando a los ni�os a escuchar cuando otros hablan. Adem�s, el uso de t�cnicas de gu�a positiva por parte de los maestros (por ejemplo, modelar y alentar el comportamiento apropiado, redirigir a los ni�os hacia actividades m�s aceptables, establecer l�mites claros) ayuda a los ni�os a desarrollar relaciones de confianza con sus maestros.
Durante el tiempo del c�rculo, la Sra. Hannon escuch� llorar a Alan mientras ayudaba a otro ni�o con un proyecto de arte. La Sra. Hannon, d�ndose cuenta que otra vez se estaba sintiendo frustrada con Alan, decidi� que necesitaba desarrollar estrategias nuevas para relacionarse con Alan. Al d�a siguiente, cuando la Sra. Hannon escuch� que Alan ven�a hacia la clase, sali� al pasillo, se agach� al nivel del ni�o y le dio una bienvenida c�lida con sonrisas. Mientras Alan entraba a la clase de la mano de la Sra. Hannon, no llor� sino que hasta sonri�. Durante el tiempo del c�rculo, Alan escuch� a la Sra. Hannon mientras le�a "El Grillo Muy Callado" y �l respondi� cuando ella le pidi� a la clase que "frotaran sus alas" batiendo sus brazos para arriba y para abajo, en respuesta� a la frase repetitiva del libro "Nada ha pasado, ni siquiera un sonido". Al final del d�a, mientras consideraba todo lo que hab�a pasado, la Sra. Hannon estuvo contenta con lo bueno que hab�a sido el d�a de Alan. Decidi� buscar m�s recursos sobre el desarrollo de relaciones positivas con ni�os peque�os. Descubri� que las conductas afectivas (como sonrisas, palmaditas y abrazos), una voz calma y la acci�n de escuchar realmente a los ni�os peque�os, ayudan a construir relaciones positivas entre maestros y ni�os. Se dio cuenta que con frecuencia estaba tan ocupada manejando al grupo que se perd�a oportunidades de interacciones individuales con ellos. Al d�a siguiente, cuando la Sra. Hannon vio a los ni�os llegar por el pasillo, dej� de hablar con su asistente y pudo recibir a cada ni�o con una c�lida sonrisa y bienvenida. Durante el tiempo del c�rculo, en vez de ocuparse de los ni�os que no prestaban atenci�n, la Sra. Hannon elogi� a los que escuchaban y prestaban atenci�n al cuento. Tambi�n, cuando la Srta. Gloria, la asistente de maestra, hizo juegos de dedos con los ni�os, la Sra. Hannon se sent� al lado de Alan. Luego de terminar el juego de dedos, la Sra. Hannon felicit� a Alan por el excelente trabajo que hab�a hecho siguiendo los juegos de dedos. El tono de la clase se sinti� m�s positivo, y la Sra. Hannon percibi� que usaba su energ�a para ayudar a los ni�os a estar m�s participativos en actividades de la clase y disfrutando de su tiempo en clase, en vez de usar su energ�a para rega�ar constantemente y prestar atenci�n a las conductas problem�ticas.
La investigaci�n ha sugerido que las relaciones entre maestros y ni�os juegan un papel muy importante al influenciar el desarrollo social y emocional de los ni�os peque�os. En estudios de relaciones entre maestros y ni�os, los ni�os que tienen relaciones seguras con sus maestros de preescolar y kindergarten, demostraron buenas interacciones con sus compa�eros y relaciones positivas con maestros y compa�eros en la escuela primaria. Por otro lado, ni�os que tienen relaciones inseguras con sus maestros, tienen mayor dificultad en la interacci�n con sus compa�eros y se traban en m�s conflictos con sus maestros. Adem�s, la investigaci�n ha demostrado que los estilos de interacci�n de los maestros con los ni�os, ayudan a los ni�os a construir relaciones positivas y emocionalmente seguras con los adultos. Por ejemplo, conductas sonrientes de los maestros, palabras cari�osas y contacto f�sico apropiado, ayudan a promover respuestas positivas hacia los maestros. Tambi�n, los ni�os cuyos maestros muestran calidez y respeto hacia ellos (por ejemplo, maestros que escuchan cuando los ni�os hablan, hacen contacto visual, tratan a los ni�os en forma justa) desarrollan relaciones positivas y competentes con sus compa�eros. M�s aun, los ni�os que tienen relaciones seguras con sus maestros, demostraron niveles m�s bajos de conductas problem�ticas y niveles m�s altos de capacidad en la escuela.
La investigaci�n sobre relaciones entre maestros y ni�os ha sido conducida con ni�os de familias culturalmente diversas en guarder�as, preescolares de universidades, guarder�as familiares, programas de Head Start y clases de kindergarten. Los participantes incluyeron a familias de origen europeo-americano, afro-americano, hispano y asi�tico-americano. Sin embargo, ning�n estudio indic� si se incluy� a ni�os con discapacidades. Al desarrollar relaciones con ni�os peque�os, los maestros deben prestar atenci�n a las necesidades culturales, ling��sticas e individuales de los ni�os. La importancia de adaptar estrategias para satisfacer las necesidades �nicas de ni�os y familias bajo el cuidado de un maestro, sigue siendo sumamente importante y debe enfatizarse.
V�ase el sitio Web de CSEFEL (http://csefel.uiuc.edu) para hallar recursos adicionales.
Informaci�n pr�ctica sobre las relaciones entre maestros y ni�os puede encontrarse en revistas tales como Ni�os Peque�os (Young Children en ingl�s). Vea los siguientes art�culos y libros para encontrar ejemplos de c�mo desarrollar relaciones positivas entre maestros y ni�os:
Para aquellos que deseen explorar este tema en m�s detalle, los siguientes investigadores han estudiado las relaciones entre maestros y ni�os en lugares de cuidado para ni�os peque�os:
Recibiríamos con gusto sus respuestas sobre este Éxitos en resumen. Sírvase ir al sitio Web de CSEFEL (http://csefel.uiuc.edu) o llamarnos al (217) 333-4123 para ofrecer sugerencias.
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